Google rinde homenaje a Sergei Eisenstein , fue él quien cambió la
forma de editar para siempre y dejó una filmografía que millones recuerdan y
valoran.
Conocido como el padre del montaje, su
película ‘El acorazado Potemkin’ (1925) está considerada una obra maestra de la
historia del séptimo arte
Cuando contaba 25 años, Serguéi
Eisenstein puso fin a su carrera teatral, al ver el artificioso resultado en su
montaje de Máscaras de gas, donde, según sus propias palabras, «el carro se
rompió en pedazos y el conductor se cayó de cabeza en el cine». Esto hizo que
dejara el teatro y se centrara en el medio que le dio prestigio internacional,
el cine.
Eisenstein fue un pionero del uso del
montaje en el cine. Para Eisenstein, la edición no era un simple método
utilizado para enlazar escenas, sino un medio capaz de manipular las emociones
de su audiencia. Después de una larga investigación en el tema, Eisenstein
desarrolló su propia teoría del montaje. Sus publicaciones al respecto serían
luego de gran influencia para varios directores de Hollywood.
Eisenstein, con frecuencia, no
utilizaba actores profesionales para sus películas. Sus narrativas evitaban el
individualismo y, en cambio, iban dirigidas a cuestiones más amplias de la
sociedad, especialmente a conflictos de clases. Sus actores eran por lo usual
personas sin entrenamiento en el campo dramático, tomadas de ámbitos sociales
adecuados para cada papel.
Su principal mensaje político se basó en la organización, la participación y la lucha: «Como quieras, quiero».
Sus ideales comunistas lo condujeron
en varias ocasiones a conflictos con funcionarios del gobierno soviético.
Stalin era consciente del poder del cine como medio de propaganda, y consideró
a Eisenstein como una figura controvertida. Su popularidad se profundizó más
tarde con el éxito de sus películas, entre ellas El acorazado Potemkin (1925),
calificada una de las mejores películas de todos los tiempos.
Sus ensayos literarios
cinematográficos y sus dotes como orador, teniendo en cuenta que hablaba además
alemán, inglés y francés, hizo que ejerciera una gran influencia sobre la
teoría cinematográfica en la época.
Directivo de la Paramount se trasladó
a París y convenció a Eisenstein de que firmara un contrato para grabar un
disco como solista y para rodar en Hollywood, donde llegaría a cobrar hasta 900
dólares a la semana. Fue recibido en Nueva York como un genio, y pronto se
dedicaría a dar conferencias en las Universidades de Columbia y Harvard. Poco
antes de marcharse a Hollywood, se estrenó en un cine de Arte y Ensayo de Nueva
York su película La línea general, y los directivos de la Paramount Pictures se
pusieron bastante nerviosos al conocer sus ideas sobre la colectivización y el
comunismo.
Al entrar en los Estados Unidos, tuvo
que jurar respeto a la Constitución estadounidense, y sufrió distintas
presiones para que no usara su gorra típica y se quitara la barba.
Cuando le presentaron a diversas
estrellas de Hollywood, se mostró distante, salvo frente a Charles Chaplin y a
Colleen Moore. Su primer guion para la Paramount, Sutter's Gold, fue rechazado,
entre otros motivos porque el Mayor Frank Pease, de tendencias fascistas, lanzó
un panfleto titulado Eisenstein, el mensajero del infierno en Hollywood, en el
que entre otras cosas lo llamaba «perro rojo» y lo acusaba de todas las
barbaridades, fueran reales o no, cometidas por los bolcheviques.
La Paramount no quería renunciar
todavía a Eisenstein y le encargó otro guion, que se titularía An American
Tragedy, adaptación de una obra de Theodore Dreiser que trataba sobre la
justicia norteamericana en un juicio por asesinato, y con el que la productora
quedó encantada. El problema fue que el Comité Fish, antecesor del Comité de
Actividades Antiamericanas, estaba actuando contra las actividades comunistas
en California y contra la idea de llevar esa novela al cine. Todo esto hizo que
finalmente la Paramount rompiera su contrato con Eisenstein.
Entre 1930 y 1932 Eisenstein visitó
México, donde intentó producir una nueva película titulada ¡Que viva México!.
Nada más llegar al país fueron encarcelados tanto él como sus dos ayudantes de
dirección, todos rusos, pero gracias a la intervención de un amigo español el
panorama cambió hasta el punto de que lo convirtieron en huésped de honor.
Llegó a rodar 60.000 m de película, pero la producción se paró debido a que
Upton Sinclair, el novelista estadounidense, dejó de patrocinar la película. Le
dijo a Eisenstein que volviera a Moscú, a donde le enviaría la película ya
rodada, cosa que nunca ocurrió. Upton Sinclair terminaría la película y
estrenaría el resultado en 1933 bajo un título modificado: Thunder over México
(Trueno sobre México). Sinclair acusó a la Unión Soviética del fracaso del
proyecto. Con el material rodado se han hecho seis montajes distintos, pero
ninguno por el propio Eisenstein.
En su etapa norteamericana conoció y se hizo amigo de Paul Robeson, el cantante y activista afroamericano de los derechos civiles.
La vuelta a la Unión Soviética
Escena de Alejandro Nevski.
Profundamente deprimido, Eisenstein
regresó a su patria. Sin embargo, la visita de Eisenstein a Norteamérica lo
convirtió en sospechoso para Stalin, y esta sospecha jamás sería erradicada por
completo de la mente de la élite estalinista. Las siguientes dos películas de
Eisenstein serían censuradas por cuestiones políticas. Por lo tanto, no pudo
culminar su siguiente rodaje, El prado de Bezhin (1935-1937), tragedia
campesina que será saboteada por el máximo responsable de la cinematografía
rusa, que la considera políticamente incorrecta. Entonces, al igual que hiciera
Vsévolod Pudovkin, se refugia en la enseñanza y en la elaboración de su teoría
sobre el empleo del color y del sonido, que sin embargo no tendrá ocasión de
llevar a la práctica.
En 1938, Eisenstein dirige Alejandro
Nevski, que cuenta las andanzas de este héroe nacional ruso, que derrotó a los
teutones en el siglo XIII y por la que se le concedería el Premio Stalin. En
ella vuelve a hacer gala de su maestría para el montaje. Su protagonista vuelve
a ser una sola persona, no la masa, y desaparece su vigoroso estilo documental
para ser sustituido por una delicada reconstrucción de la historia. Durante el
rodaje, se asignó un supervisor oficial para vigilar a Eisenstein. En esta
película, Eisenstein aplica el método de contrapunto que plantea en el
Manifiesto del sonido, que escribió en 1928 junto con Pudovkin y Aleksándrov.
A comienzos de los años 40, proyecta
Iván el Terrible, una amplia trilogía sobre la figura del zar Iván Grozni.
Plantea el drama del zar como la materialización de las contradicciones de un
político creyente fiel y ortodoxo, que se ve obligado a enfrentarse con la
Iglesia rusa que no quiere perder sus privilegios feudales. La imagen que
presenta Eisenstein de este zar torturado, que se cuestiona si el poder
proviene de Dios o del pueblo, disgusta a los dirigentes comunistas soviéticos,
y después de recibir el Premio Stalin por su primer capítulo, su segunda y su
tercera parte, que pensaba rodar en color, son prohibidas.
En 1948, Eisenstein sufrió una
terrible hemorragia a causa de un infarto, y murió a los 50 años de edad.
Características de su obra
- Es fundamental su aportación teórica, como su hipótesis sobre el «montaje de atracciones», donde postula el empleo en el cine de técnicas provenientes del circo y del music-hall.
- Eisenstein repudiará el montaje clásico, tal como lo concibe D. W. Griffith, a pesar de haberse inspirado para sus teorías en la película Intolerancia de este director, y derivará sus teorías sobre el montaje del estudio de los ideogramas japoneses, en los que dos nociones yuxtapuestas conforman una tercera, como por ejemplo: ojo + agua = llanto; puerta + oreja = escuchar; boca + perro = ladrar.
- Concepto de la tercera idea. El montaje es para él: «Una idea que surge de la colisión dialéctica entre otras dos, independientes la una de la otra». Este método le permitirá partir de elementos físicos representables para visualizar conceptos e ideas de complicada representación.
- v El movimiento está determinado por la acción y por el montaje.
- v El protagonista en sus obras es la masa, el pueblo.
v Filmografía
v El diario de Glúmov (1923)
v La huelga (1924)
v El acorazado Potemkin (1925)
v Octubre (1928)
v La línea general (1929)
v ¡Que viva México! (inconclusa) (1930-1932)
v El prado de Bezhin (inconclusa) (1935-1937)
v Alejandro Nevski (1938)
v Iván el Terrible (1943-1945)
v Iván el Terrible, segunda parte: la conjura de
los Boyardos (1948-1958)
v Iván el Terrible, tercera parte (inacabada)
v Romance sentimental (Francia, 1930)
v Trueno sobre México (1933)
v Eisenstein en México (1933)
v Día de muerte (1933)
v Tiempo en el sol (1940)
v Referencias
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